Hoy la mar tiene esa
mezcla de paz y tormenta… casa de Ulises, de argonautas, de filibusteros, de callados
pescadores que aún llevan, en el alma, restos de su vieja piel.
Hoy la mar escupe sobre
la playa flores mustias, desvencijadas, cargadas de luto y pesar, de adioses
que nunca se alejan… Sobre la arena, entre las flores, agoniza un pájaro, un
arao… el pico cerrado, los ojos abiertos, sobre sus plumas brillan unas gotas
de mar.
Sentado sobre una roca
desgastada, contemplo…
Sentado sobre una roca
desgastada, siento…
Sentado sobre una roca
desgastada…
Miro el cielo, miro la
mar, miro la playa… solo mis huellas en la arena, solo mis pasos. Las nubes se
mueven hacia el este, el sol se eleva, la mar se aleja… y yo aquí, sentado
sobre una roca desgastada.
La bahía se llena de
bruma. Me lleno de bruma. Flotan sobre mi cabeza mil graznidos de gaviota,
graznidos que muerden… murmulla la playa. El aire se rebela… Por un instante,
un solo instante, silencio…
Brama
la mar…
En
una bolsa de plástico
recojo
el pájaro muerto
Dejo la playa…
Asturias,
donde la tierra siempre es verde.
Muy bonito, compi.
ResponderEliminarMuchas gracias a tí por estar siempre ahí. Me alegra que te guste
Eliminar👏👏👏
ResponderEliminarMuchas gracias 😉
EliminarGracias por ser una fuente constante de conocimientos prácticos y aplicables en tu artículo.
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