Teje,
la mujer enlutada.
Tierra en barbecho
Relumbra el hogar…
el barro en los zapatos
se vuelve polvo
Llegó la
nieve…
sobre la
huella del corzo
se
inclina la hierba
Mañana invernal...
sólo tengo ojos
para las flores del
ciruelo
No se oye el canto del
tordo…
la lluvia despinta
las tumbas blancas
Me gustan mucho Alf... en especial "Relumbra el hogar... No se oye el canto del tordo...
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Muchas gracias, Mai. Celebro que te gusten los haikus, siempre es una alegría recibir tus generosos comentarios. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy chulos!! 😉
ResponderEliminarGraciaaaaas, Azug!!!
EliminarMaravillosos, instantes que solo con sensibilidad se descubren.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Karin, por tus amables palabras. Un abrazo.
EliminarHola Alfredo, hacía tiempo que no te visitaba. Un blog muy interesante, con brillantes haikus. Besos
ResponderEliminarGracias Susana. Celebro tu visita y tus palabras. Disculpa que haya tardado tanto en contestar, no estaba al tanto de los comentarios que ibais dejando en el blog. Un abrazo
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