¡Qué suerte la tuya, Alberasan! Esos dos cielos diferenciados e igualmente hermosos que llenan tus ojos, !y tan bien captados en el haiku y en la foto...!
Gracias Juan Carlos. No te imaginas las ganas que tengo de conocer tu impresión cuando se produzca ese gran evento. Un fuerte abrazo de este lado del océano.
Gracias Antonio. Tú ya conoces Gijón… me alegra que te asomes por el blog. Un abrazo de los que mola.
Gracias Barlo. Desde el parque que tengo al lado de casa puedo ver esta curiosa imagen: un buque atracado en una cumbrera… si es que no te puedes fiar de nada de lo que ves. Salud y que pronto el trombón sea recuerdo.
¡Qué suerte la tuya, Alberasan!
ResponderEliminarEsos dos cielos diferenciados e igualmente hermosos que llenan tus ojos, !y tan bien captados en el haiku y en la foto...!
Ya te contaré cuando ocurra el encuentro.
Un abrazo.
¡Qué buen contraste entre lo natural y lo urbano!
ResponderEliminarComo dice alguno por ahí...mola, vaya que sí.
Un abrazo.
Casi podría decirse que los buques asoman por las cumbreras... (aquí guiño)
ResponderEliminarUn haiku que me resulta familiar... jejeje
Salud,
Barlo
Gracias Juan Carlos. No te imaginas las ganas que tengo de conocer tu impresión cuando se produzca ese gran evento. Un fuerte abrazo de este lado del océano.
ResponderEliminarGracias Antonio. Tú ya conoces Gijón… me alegra que te asomes por el blog. Un abrazo de los que mola.
Gracias Barlo. Desde el parque que tengo al lado de casa puedo ver esta curiosa imagen: un buque atracado en una cumbrera… si es que no te puedes fiar de nada de lo que ves.
Salud y que pronto el trombón sea recuerdo.
Gracias a todos y disculpas por el retraso…